En puertas del Día del Ebro, el responsable de Iberflumen, Pablo Polo, ha lamentado que el robo de un motor fuera borda ponga en serio riesgo la celebración de esta jornada, para la que se han organizado actividades tradicionales como la navegación por el cauce del río. Estaban programados unos quince viajes con una veintena de pasajeros, pero ahora la asociación no tiene capacidad económica para adquirir un nuevo motor.
Pablo Polo ha sido crítico con el Ayuntamiento de Zaragoza, recalcando que el embarcadero de Vadorrey es una instalación municipal, pero la tienen prácticamente abandonada. Asegura que falta iluminación y seguridad, el restaurante es un punto de encuentro para el botellón y no existe ningún elemento disuasorio contra vándalos y delincuentes.
El portavoz de esta asociación cultural ha señalado que para sacar el motor robado de la embarcación y trasladarlo hasta un vehículo en el que se lo pudieran llevar, tuvieron que participar como mínimo cuatro personas, pero apenas hay indicios de la autoría debido a la falta de vigilancia. Por eso, piden que se coloquen cámaras de vigilancia y se levante un vallado que limite el acceso a personas ajenas a la instalación o que vayan a participar en las actividades fluviales.
