Las investigaciones se centran ahora en sus condiciones mentales, ya que el arrestado podría sufrir brotes psicóticos e incluso un forense del Instituto de Medicina Legal le declaró inimputable en una causa abierta por intentar agredir con un martillo a sus compañeros de trabajo.
El presunto homicida asegura que su hija era la reencarnación de su madre. El presunto asesino estuvo ingresado en el área de Psiquiatría del Hospital Clínico de Zaragoza y los médicos concluyeron que tenía ideas delirantes y un trastorno agudo de desconexión con la realidad. Ahora los forenses deberán recomendar al juez si ingresa en la cárcel o en un centro psiquiátrico. El perito, José Carlos Fuertes, señala que el presunto asesinado debería haber llevado un control y seguimiento más estricto.