No hace muchos años, la práctica de la ganadería extensiva era lo habitual, las ovejas y las vacas ayudaban a mantener limpio el monte y a evitar que los pastos secos se conviertan en pólvora en el caso de que se produzca un incendio. Así lo recuerda Evelio Ibarzo, ganadero del Grupo Pastores y de la IGP Ternasco de Aragón, que comprueba cómo la administración no ayuda a que este tipo de ganadería sea rentable.
Para que la ganadería extensiva sea posible, es necesario cumplir unos trámites burocráticos que se hacen tediosos y resultan poco rentables, por lo que son muchos los ganaderos que se dan por vencidos y renuncian a la extensiva, a pesar de ser la más sostenible y saludable para el ganado.
Pero no sólo la ganadería extensiva, Ibarzo también recuerda que antes se cuidaba el monte y el medio rural y se realizaban quemas controladas en invierno para evitar que la maleza inundara el monte y se secara convirtiéndose en combustible. Evelio Ibarzo asegura que hay que cuidar el paisaje, que el medio rural es lo que es porque han sido las personas que viven en él quienes lo han cuidado y mantenido.