Cuando en 2019 los vecinos de Artieda se pusieron en contacto con la Universidad de Zaragoza por unos hallazgos que hicieron en la ermita, no podían imaginar que se iba a localizar un gran asentamiento romano. Se trata del Forau de la Tuta. Lara Íñiguez, una de las directoras de la excavación, explica cómo durante los años de pandemia se realizaron los trabajos previos de prospección y ya se hicieron una idea de lo que había oculto por la tierra.
Guillermo Mora, estudiante de Historia de la Universidad de Zaragoza, ha participado en las dos campañas de excavaciones y, a pesar de las condiciones exigentes del trabajo por estar a la intemperie, los hallazgos hacen que todo el esfuerzo merezca la pena. En la campaña del año pasado se avistó lo que en esta edición se ha convertido en un gran mosaico de 150 metros cuadrados que marcan la importancia que tuvo este asentamiento.
La campaña termina el 5 de agosto, pero como explica Íñiguez, el trabajo continúa con la catalogación de los hallazgos y su estudio para establecer lo que puede aportar esta ciudad romana que dataría entre los siglos I a.C. y IV a.C. Este yacimiento se encuentra, además, en proceso de declaración BIC por el Gobierno de Aragón, lo que también servirá de protección. Lara Íñiguez destaca que por lo descubierto este año, todo apunta que en una tercera campaña se encontrarían nuevos y valiosos hallazgos.