Ahora que tras la Navidad y Año Nuevo han aumentado las atenciones en Urgencias por infecciones respiratorias agudas, también en las farmacias notan que acuden más personas con catarros comunes de vías altas, gripe A, gripe B o Covid. Para no saturar los hospitales o no tener que esperar a obtener cita en el centro de salud, los farmacéuticos recomiendan a la gente con síntomas leves que sigan acudiendo a sus oficinas, como siempre ha sucedido, porque allí les recomendarán, en base a sus síntomas, los tratamientos más indicados para ellos.
Aunque esto tiene el inconveniente de que, sin receta, el usuario tendrá que pagar más por la medicación, la farmacéutica Margot Roig ha recordado en Más de Uno Zaragoza que obtendrá el tratamiento más personalizado a su situación por lo que “lo ideal” es que busquen allí ayuda. Los tratamientos se basan además básicamente en antigripales, paracetamol o algún antitusivo en jarabe o pastillas.
Uso de mascarillas
Roig ha explicado que la mayoría de estos pacientes acatarrados o griposos acuden a las farmacias con mascarillas. También se ven en el transporte público. Aun así, su uso ha dejado de estar extendido en general.
En pandemia se planteó que a futuro ese elemento de protección fuera obligatoria en determinados momentos del año como el actual, pero existió rechazo social.
El experto en epidemias, Nacho de Blas, recuerda que en Asia el uso del tapabocas está muy asentado como un símbolo de respeto, pero dice que aquí esa lección no ha calado en general.
Defiende usarla para evitar pillar los virus respiratorios que circulan a nivel social. “El virus sincitial de niños está generando bastantes problemas ahora en adultos. Pero también hay bacterias como rhinovirus y toda una colección de patógenos que se transmiten por el aire contra los que la mascarilla funciona realmente bien, ha dicho.
