Las familias de los mayores afectados por el cierre del centro de día de Cruz Roja aseguran que hasta esta misma semana no eran conocedores de la situación económica que atraviesa el servicio. Ernesto Romeo cree que el centro es "perfectamente viable y que aún estamos a tiempo de buscar soluciones, como por ejemplo, que se desarrolle la actividad también durante los fines de semana y días fiesta, así se apuntaría más gente".
Otros, como Olga Cuenca, lamentan que les hayan comunicado este cierre "tan solo veinte días después de empezar a traer aquí a mi madre, ya que de haberlo sabido habría buscado otro centro, a pesar de que estoy contentísima con el trato que recibe".
Por su parte Primitiva Alpuente, que también es miembro de la junta del centro, apuntaba que "la partida de las subvenciones que se reciben desde el Gobierno de Aragón se puede reducir en otros servicios, como el banco de alimentos o las clases de español para extranjeros, y no solo en lo relacionado con el centro de día".