Los embalses de la cuenca del Ebro están al 40% de su capacidad total. Eduardo Catalán, propietario de Río Caspe Aventura, asegura que ha sido una temporada para olvidar. Debido a la falta de agua en el Club Náutico, lugar donde hacen todas sus actividades, han tenido que trasladarse a un sitio proporcionado por el ayuntamiento.
El embalse de Caspe está actualmente en la cota 106, siendo imposible la navegación. Diariamente está bajando unos 25 centímetros, explica. Han conseguido continuar algunas actividades como kayak, paddle surf, patines de pedales, pero otras como vela y windsurf han tenido que ser suspendidas.
Catalán se queja de que en las administraciones no se habla de ayudas y que cuando se trata la sequía no se mencionan las empresas de turismo activo. Manifiesta que muchas compañías del sector han cerrado y que, si esta situación que empezó hace dos años sigue así, muchas otras cerrarán.