Las diócesis altoaragonesas se han unido a la oración y el profundo dolor por el fallecimiento del Papa Francisco. Han manifestado su agradecimiento a Dios por "el don de su vida y por su fecundo ministerio al frente de la Iglesia", marcado por una “inquebrantable entrega a los más pobres, una palabra profética en favor de la paz y la justicia, y una mirada siempre misericordiosa hacia todos”.
Desde la Diócesis de Huesca y Jaca, destacan de él su testimonio de sencillez, cercanía y esperanza. Para Vicente Jiménez, administrador apostólico de las diócesis de Huesca y de Jaca, ha sido “el papa de la misericordia” para con los pobres, vulnerables y necesitados, “el papa de encuentro” de todos los hermanos, y “el papa de la esperanza” en un mundo de tensiones, guerras y conflictos. Con cariño y dolor le recuerda el Obispo de la Diócesis de Barbastro, Ángel Pérez, quien sostiene que se caracterizará por ser "el Papa de los gestos y la ternura".
Desde las diócesis aragonesas se lanza el mensaje de confianza para que el Papa Francisco haya sido recibido en la casa del Padre y piden por el eterno descanso de su alma y renovando el compromiso de seguir construyendo una Iglesia pobre para los pobres, como él soñó. El Papa Francisco ha fallecido este lunes a los 88 años, un día después de su última aparición en público coincidiendo con el Domingo de Resurrección en el que se asomó al balcón principal de la basílica de San Pedro para impartir la bendición 'Urbi et Orbi'.