Aliaga ha asegurado que desde el Gobierno de Aragón se está trabajando para reactivar la zona de las Cuencas Mineras y evitar que se pierdan los más de 300 puestos de trabajo que se destruyen por no adaptar las instalaciones de la central a la normativa ambiental europea.
Por su parte, el líder de Ciudadanos, Daniel Pérez, ha pedido la comparecencia del consejero Aliaga para que informe de medidas de reactivación inmediatas porque Andorra está en la peor situación posible, la de la incertidumbre total sobre su futuro.
El cierre de la central llega sin que el Gobierno haya firmado un convenio para la transición justa y sin haber conseguido formar un tejido empresarial capaz de emplear a toda la población que se queda en la calle. Ahora mismo quedan 120 trabajadores de la empresa matriz y unos 40 de las subcontratas, que están preparando la planta para el desmantelamiento.