Pese a la inflación y la incertidumbre económica, la actividad del mercado inmobiliario se está intensificado de forma espectacular en Aragón. En los últimos doce meses se han vendido 15.488 viviendas, una cifra que no se alcanzaba desde 2008 y que supone un incremento del 31% respecto al año anterior.
Los precios también mantienen su tendencia alcista, en línea con el resto de España, y alcanzan una media de 1.474 euros por metro cuadrado. El acceso al crédito hipotecario se mantiene en buenos niveles y el importe medio de una vivienda se sitúa en los 130.000 euros, una de las cifras más altas de los últimos ocho años.
La tipología de vivienda que se demanda vuelve a ser la anterior a la pandemia
Son datos del último informe de la Cátedra de Mercado Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza. Su director, Luis Fabra, cree que puede haber dos factores que contribuyan a este repunte de la actividad. Por un lado, los inversores están volviendo a centrarse en el mercado inmobiliario, como una forma de conseguir rentabilidad. Por otro, las familias han acumulado ahorros durante la pandemia y, además, adelantan la decisión de compra por miedo a que la inflación continúe subiendo.
Los compradores siguen priorizando las viviendas con terraza. En cambio, está descendiendo la demanda de unifamiliares, casas con jardín o con mayor superficie, tendencias que se vieron reforzadas por la pandemia y que ahora vuelven a ser minoritarias.
También repunta la venta de locales y naves
La reactivación del mercado inmobiliario aragonés también se está notando en el sector empresarial. En los últimos doce meses, la compraventa de locales ha crecido un 43,7% y la de naves un 37,6% respecto al año anterior, alcanzando cifras propias de los años 2008 y 2009.