La Fundación para la Atención Integral del Menor celebra una nueva sesión del Observatorio de Violencia Intrafamiliar en la que van a tratar el trabajo que se realiza con menores que están en situaciones de conflicto social, que han cometido algún delito o han tenido conducta de riesgo y es necesario atenderles. Pedro Coduras, gerente de FAIM, explica que los menores son inimputables, pero una cosa es que no se les condene si han cometido un delito y otra que no se trabaje con ellos.
Para Coduras hay cuatro pilares que son claves a la hora de entender y prevenir las conductas poco deseables entre los jóvenes. Lo primero es mirar hacia los adultos para analizar qué actitud es la que tenemos hacia los menores y cómo es el papel que jugamos con ellos.
Un segundo aspecto para analizar es comprender la soledad en la que están los niños cuando se meten en Internet, hay una sensación falsa de amistad y eso los hace más vulnerables a los contenidos y relaciones que se establecen a través de las redes. Pero Coduras recalca otra soledad, los adultos no “acompañan” a los menores en el uso de los móviles y la tecnología.
Desde la Fundación para la Atención Integral del Menor también se ha detectado el aumento de violencia entre iguales. Pedro Coduras indica que se está registrando en escenarios como los colegios, escenario en el que se detectan muchas cosas, pero asegura que es necesario dotarles de herramientas y de profesionales.
Un cuarto aspecto que destaca el gerente de FAIM es que los profesionales que trabajan con menores en situaciones complicadas o que han llegado a acciones extremas detectan que hay un alto porcentaje que ha llegado a estas situaciones después de haber sufrido abusos y maltratos.