El negocio de los 'riders' está haciendo proliferar la actividad de las conocidas como 'cocinas fantasma' donde se elaboran platos para repartir a domicilio exclusivamente. El consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, ha explicado que aunque todavía no abundan, la experiencia de otras ciudades, ha animado al Ayuntamiento a plantear una modificación del PGOU que permita regular la actividad de estas cocinas.
El principal objetivo de esta iniciativa pasa por establecer las condiciones de funcionamiento de estos negocios, de forma que se garantice que la actividad no provoque molestias de olores, humos, suciedad o de ruido, por el trasiego de repartidores que acuden a por los pedidos genera. De este modo se espera evitar conflictos, tanto con vecinos particulares como con negocios tradicionales próximos.
Entre otras medidas, la propuesta plantea que las 'cocinas fantasma' puedan situarse en zonas residenciales, siempre que sea en planta baja, no sobrepasen los 100 m² e incluyan zonas de espera para repartidores. Esta regulación también incluye a los 'supermercados fantasma', almacenes que también distribuyen la compra a domicilio. En este caso el límite de superficie será de 300 m² , y la zona reservada a repartidores no tendrá más de 10 m² o un 10% del espacio del establecimiento.