Según un estudio del Observatorio de la Sostenibilidad en Aragón de la Universidad San Jorge y CEOE, la huella de carbono total de las empresas de la Comunidad creció un 3,61% en 2022 por el aumento de la actividad económica y de los indicadores analizados.
A nivel individual, el 43% de las organizaciones logró reducir la huella de carbono, y el 69% su huella relativa, gracias a la aplicación de medidas de eficiencia energética o uso más sostenible de los recursos. Datos que se desprenden del informe en el que han participado empresas que voluntariamente han decidido registrar los datos de la huella.
El sector primario y el industrial son los sectores que más CO2 emiten, y de hecho, una gran empresa dedicada a la ganadería y agricultura es responsable del 57,9% de la huella total. En cambio, los sectores de la sanidad, comercio y entidades bancarias son los menos contaminantes.
Aunque las grandes compañías hacen esfuerzos para compensar esa huella de la que son mayoritariamente responsables, por ejemplo, repoblando bosques, el profesor de la USJ, Juan Royo, considera que, al ritmo actual, estamos lejos de cumplir los objetivos europeos. Se debe a que el informe detecta que hay interés en las empresas por reducir emisiones, pero ese deseo no se plasma en acciones concretas. Las inversiones para reducir la huella no resultan rentables en términos económicos en muchos sectores.
En el estudio del Observatorio, que surgió del Máster en Dirección y Gestión de Empresas de la USJ, recomiendan a las compañías reutilizar un 50% de los productos de la cadena de valor o renovar el 70% de la maquinaria y materiales de obra, así como decantarse por proveedores locales, por ejemplo.