Este fin de semana los negocios de hostelería y ocio nocturno ya han podido eliminar las restricciones de aforo, horario o actividad, gracias al descenso de contagios. El sábado se detectaron 953 positivos y la incidencia a siete días ha bajado hasta unos 1.000 casos por 100.000 habitantes.
Aunque poco a poco volvemos a la normalidad, muchos ciudadanos han relajado el uso de la mascarilla en bares o restaurantes y por eso los responsables sanitarios insisten en que sigue siendo obligatoria en interiores.