Zaragoza vive una celebración atípica de San Valero, sin roscón multitudinario y con limitaciones tanto en las visitas al consistorio como en actos religiosos. Además, se intensifican los controles para velar por el cumplimiento de las medidas sanitarias y evitar repuntes de contagios en próximos días. La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, también pide prudencia para salvar empleos y vidas en esta cuarta ola que está afectando especialmente a la capital turolense, por el brote detectado en la prisión provincial.