Los alojamientos rurales aragoneses rondarán el 45% de ocupación este mes de julio, una cifra que será mayor en los valles del Pirineo rozando el 60%. También habrá buenas cifras en la provincia de Zaragoza, en comarcas como Campo de Belchite, aunque por motivos laborales y no turísticos, según los datos de la Federación Aragonesa de Turismo Rural o FARATUR. Los viajeros provendrán principalmente de otras comunidades autónomas como Madrid, Navarra, Cataluña y País Vasco.
En cuanto al visitante extranjero, año tras año se van consolidando las cifras. La presidenta de FARATUR, Sara Ros, unta que más allá de los eventos puntuales que pueden atraer a los turistas internacionales, como Motorland o los festivales musicales, sigue subiendo el porcentaje, lo que permite “situar a Aragón en el mapa”. “Valoran mucho nuestra gastronomía y el trato que reciben”, ha señalado.
Ros asegura que las cifras “son bajas para un mes de julio”, por ejemplo, en Teruel no se alcanza el 20%. Sin embargo, confía en las reservas de última hora, ya que han detectado que los viajeros “solo se anticipan en una o dos semanas”, y asegura que el grueso se concentrará en la segunda quincena. Para agosto se espera superar el 50% de ocupación, aunque la tendencia está cambiando y para septiembre y octubre “ya hay reservas que alcanzan porcentajes similares”.
Uno de los motivos podría ser las condiciones meteorológicas. La presidenta de FARATUR apunta que tanto las olas de calor como los episodios de tormentas hacen que los viajeros apuesten más por épocas como primavera y otoño. Unas inclemencias que afectan en mayor medida al turismo de aventura. “Lo tienen todo completo hay temperaturas muy altas y de pronto tienen que cambiar planes, o llueve y hay eliminar actividades como el barranquismo. Provoca bastante incertidumbre”, ha concluido.