Según Puig, este tipo de altercados se producen de forma habitual y "da igual el tipo de competición que sea, nacional o internacional". Este pasado Domingo, la policía tenía que intervenir tras conocer, por llamadas de los vecinos del barrio al 112, que había un centenar de personas que portaban palos, botellas rotas y material pirotécnico, que tenían la intención de enfrentarse en las horas previas al inicio del partido que enfrentaba al Betis y al Osasuna, algo habitual entre las aficiones ultras de los equipos. Habían quedado para pegarse pero no llevaban distintivos que les identificaran. Agentes de la policía intervinieron rápidamente pero un grupo de radicales que escapó corriendo se topó con un aficionado rival al que terminaron apaleando y dejaron tendido en el suelo.
Los vecinos reclaman más presencia policial en la zona y más coordinación entre agentes de la policía nacional y local. Denuncian que desde que los cambios introducidos por el Ayuntamiento para acabar con el botellón en el Parque Guadaíra y otras zonas de Heliópolis, las concentraciones se han desplazado aún más al barrio de reina Mercedes donde ya es habitual que tengan que soportar la presencia de muchos aficionados bebiendo desde bastantes horas antes de que empiecen los partidos en el Benito Villamarín. "Ocupan completamente los soportales de la zona y tenemos problemas incluso para acceder a nuestras viviendas".
En esta ocasión, los incidentes fueron disueltos por agentes de la Policía Nacional, siendo identificados unos 50 ultras por los hechos pero sin ninguna detención.