El sargento brasileño arrestado en el aeropuerto con 39 kilos de cocaína acepta seis años de cárcel y multa de dos millones
(EFE) El sargento brasileño que fue arrestado en el aeropuerto de Sevilla con 39 kilos de cocaína en una maleta cuando viajaba como parte del séquito del presidente de su país, Jair Bolsonaro, ha aceptado una condena de seis años y un día de cárcel y una multa de dos millones de euros.
La Sección Séptima ha dejado este lunes visto para sentencia el juicio contra M.S.R., para el que la Fiscalía solicitaba inicialmente ocho años de prisión y una multa de cuatro millones, aunque ha rebajado su petición después de que el acusado reconociese los hechos y asegurase que está "profundamente arrepentido", según han informado fuentes del caso a Efe.
El representante del Ministerio Público ha recalcado que el procesado le ha parecido "sincero" y la defensa, a cargo de los abogados Enrique Rojo y Diego Silva, se ha adherido a la modificación del escrito de acusación y la correspondiente reducción de la condena solicitada.
En su comparecencia ante el tribunal, el militar ha admitido que llevaba 37 tabletas de cocaína en su maleta, su portatrajes y una mochila y que la droga le fue entregada en Brasil.
"Quien me la entregó me dijo que su destino era Suiza y que yo debía meterla en Europa", ha explicado M.S.R., quien ha añadido que su misión era acudir al centro comercial Alcampo "sobre las tres o cuatro de la tarde" del día de autos, el 25 de junio de 2019, para allí dar la cocaína a otro hombre a quien no conocía.
"Tenía que ir con ropa de camuflaje, con una camisa verde, y la otra persona me conocería por una foto. Íbamos a quedar en el Burger King y él me haría una seña", ha proseguido.
Según el militar, que también ha sido expedientado por el Ejército brasileño para proceder a su expulsión, era "la primera y única vez en la vida" que ha hecho "equivocadamente un acto así".
"Pasaba por dificultades económicas. Llevo veinte años en el Ejército y nunca he tenido ningún expediente, pero un militar en Brasil no tiene un salario bueno. Siempre compro cosas en mis viajes, como móviles, y las vendo para ganar algo extra", ha alegado.
"Estoy profundamente arrepentido. Pido perdón al Estado y al pueblo español por meter eso en su país", ha señalado M.S.R., quien en el turno de última palabra ha recalcado que "el castigo es justo" y que después de cumplirlo regresará a su país para estar con su familia y encontrar un nuevo trabajo.
También han comparecido los guardias civiles que le requisaron la droga, quienes han coincidido en que el acusado les explicó que la sustancia "era queso" y que abrieron su equipaje porque "está prohibido introducir comida de origen animal de países extracomunitarios", según ha dicho uno de los guardias civiles, quien ha agregado que los "ladrillos" que contenían la droga estaban "apilados a modo de enciclopedia".
La cocaína tenía una pureza del 80 % y estaba valorada en 1,4 millones de euros.
En la sentencia, el tribunal deberá dictaminar si le concede el tercer grado penitenciario tras cumplir la mitad de la pena y si es expulsado del país tras satisfacer los dos tercios de ella.
M.S.R., en prisión provisional desde el 26 de junio de 2019, fue interceptado en el aeropuerto de San Pablo tras volar desde Brasilia con escala en Lisboa en el avión de reserva que acompañaba al presidente Bolsonaro a la Cumbre del G20 en Osaka (Japón). EFE