pérdida auditiva

La pérdida auditiva, un camino silencioso hacia la soledad no deseada

En el marco del Día Mundial de la Otorrinolaringología, el Hospital San Juan de Dios de Nervión advierte sobre el impacto silencioso y progresivo de la pérdida auditiva no tratada y sus consecuencias invisibles a la par que debilitantes. Más allá de la dificultad para oír, este problema puede convertirse en un factor de riesgo para el aislamiento social, la soledad no deseada, la ansiedad, la depresión o el deterioro cognitivo.

Redacción

SEVILLA |

La pérdida auditiva, un camino silencioso hacia la soledad no deseada
La pérdida auditiva, un camino silencioso hacia la soledad no deseada | Hospital San Juan de Díos

Una de las primeras consecuencias detectables de la pérdida auditiva es el aislamiento social. Las personas afectadas comienzan a evitar conversaciones, reuniones o llamadas por sentirse inseguras, avergonzadas o frustradas por no poder comunicarse con facilidad. Este aislamiento, cuando se mantiene en el tiempo, deriva en soledad no deseada, una condición que afecta especialmente a personas mayores y que está relacionada con un aumento de la mortalidad y un mayor deterioro físico y cognitivo que puede, incluso, desencadenar en demencia. “Investigaciones recientes demuestran que el riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo aumenta en función del grado de pérdida auditiva. En concreto, una pérdida auditiva leve puede duplicar las probabilidades de padecer demencia, la moderada las triplica y la severa puede llegar a quintuplicarla”, expresa el doctor Jaime Ruiz Clemente, coordinador de la Unidad de Otorrinolaringología en San Juan de Dios de Nervión y del Aljarafe.

Además de su repercusión en la salud cerebral, la pérdida auditiva no tratada se asocia con ansiedad, depresión y una mayor demanda de servicios de salud mental. Las personas con hipoacusia no solo experimentan sentimientos de frustración y desconexión con su entorno; también presentan una menor calidad de vida, llegando a manifestarse, según estudios internacionales, en una reducción de oportunidades laborales o, incluso, en situaciones de desempleo.

Y aunque tradicionalmente se ha asociado la sordera con el envejecimiento, los especialistas alertan sobre el aumento preocupante de casos en población joven, especialmente ligados al uso excesivo de auriculares y la exposición prolongada a altos volúmenes. No se trata de un fenómeno aislado: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 430 millones de personas en el mundo sufren una pérdida auditiva discapacitante. Se estima que esta cifra se elevará a 700 millones en 2050, lo que representaría una de cada diez personas en el planeta.

Tratamiento de sordera en una consulta de acto único

Los expertos del hospital de Nervión subrayan la importancia del diagnóstico precoz. Ofrecen un modelo de atención integral y eficiente a través de su consulta de acto único en otorrinolaringología, donde el paciente es atendido en la misma visita por el especialista y una audióloga, un perfil clave en el proceso de diagnóstico, tratamiento y seguimiento. Se realizan en el acto pruebas como la audiometría y la impedanciometría, que permiten evaluar con precisión el tipo y grado de la pérdida auditiva.

A partir de estos resultados, el equipo diseña un abordaje personalizado, que puede incluir tratamiento farmacológico, quirúrgico o audio protésico, con el objetivo de recuperar la capacidad de comunicarse y frenar el impacto social, emocional y cognitivo de la hipoacusia.