El Ministerio de Sanidad llevará a la Comisión de Salud Pública del próximo jueves su plan antitabaco que propone prohibir fumar y vapear en "determinados espacios comunitarios y sociales al aire libre" y en otros privados en presencia de menores, así como aumentar su precio. La intención del departamento que dirige Mónica García es "seguir incrementando estos espacios libres de emisiones y así conseguir que una persona no fumadora pueda desempeñar su día a día sin verse expuesta", tal y como argumenta en el borrador del "Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027".
La idea es regular también el uso de otros artilugios que se han ido imponiendo en los últimos años, especialmente entre los más jóvenes, como los vapeadores, los cigarrillos electrónicos o los de tabaco calentado. "La industria, cuando se ha visto amenazada por la Ley Anti-tabaco, ha ideado nuevas estrategias que también hay que regular porque se está vendiendo como menos dañino y no es así" ha dicho Márquez, quién ha asegurado que "los vapeadores se han convertido en la puerta de entrada al tabaco porque generan una dinámica, ya desde la infancia, que luego se prolonga con el consumo habitual de cigarrillos".
La Comisión de Salud analizará mañana si se amplían los espacios donde esté prohibido fumar. Aunque en el borrador no se especifican se habla con insistencia de la posibilidad de prohibir fumar en las terrazas de bares y restaurantes, en otros espacios públicos como las marquesinas de autobuses o el incluso en el interior de tu propio coche si va un menor de edad dentro. Este último caso es el más controvertido.
La consejera de Salud, Catalina García, ha señalado que espera que haya un debate y que "no sea una imposición" del Gobierno nacional. García ha explicado que algunas de las propuestas "entran dentro del ámbito privado y tendríamos que ver hasta dónde se puede o se debe llegar".
Otras propuestas de los expertos pasan por subir el precio del tabaco a los 12 euros para que resulte más disuasorio.