El Ayuntamiento de Sevilla continúa investigando lo que ha podido pasar para que en la madrugad del Domingo la cruz de la Plaza de Santa Marta apareciera literalmente destrozada en el suelo. Todavía no hay resultados de esa investigación ni detalles de la restauración a la que se han comprometido. De hecho los pedazos de la Cruz están ya a buen recaudo. Sin embargo, y aunque varias asociaciones conservacionistas de la ciudad apuntaban a un nuevo acto de vandalismo contra el patrimonio de la ciudad, hay también expertos que no descartan que se haya caído sola, como consecuencia del mal estado en el que se encontraba.
José de León, historiador del arte y conservador, ha explicado en Más de Uno Sevilla que hace una década se realizó una intervención en la cruz para limpiar un grafiti. Se comprobó entonces que la cruz estaba suelta de la base porque se había ido perdiendo el hormigón que la pegaba. Realizada una actuación de urgencia para garantizar su estabilidad. "Ya en ese momento advertimos de fisuras en el fuste". También se había detectado presencia de oxido en unos hierros interiores. Después de esa actuación vinieron otras pero fundamentalmente de limpieza. A juicio de este experto, "la clave está en que la rotura es horizontal, hay que hacer mucha fuerza para poder derribar la cruz por el peso que tiene". En consecuencia "no se puede descartar que se haya caído por easa deficiencias previamente detectadas".
De León no ha querido valorar cómo se puede hacer ahora una restauración de un objeto tan dañado porque no ha tenido acceso a la Cruz tras el suceso, pero sí asegura que cada vez que hay que hacer una restauración de este tipo, el objeto histórido pierde propiedades que debilitan su estructura, especialmente si está ubicada al aire libre.
Situado en la plaza de Santa Marta, pequeña plaza escondida en el barrio de Santa Cruz, es uno de los cruceros más antiguos de Sevilla, la cruz de Santa Marta. Obra del arquitecto Hernánd Ruiz, tallada por Diego de Alcaraz. Procede de las inmediaciones del hospital de San Lázaro. Tiene tallado un crucificado por una cara y una piedad por la otra.
