Los vecinos llamaron al Centro Inteligente de Mando, Comunicación y Control de la Policía Nacional para alertar de que en el interior de una vivienda un varón estaba agrediendo violentamente a una mujer que estaba pidiendo auxilio a gritos. Rápidamente, un indicativo de Seguridad Ciudadana se personó en el lugar de los hechos para su intervención inmediata.
Los agentes pudieron localizar a la víctima siguiendo un rastro de sangre que salía del domicilio señalado por los vecinos, hacía la casa de un familiar de la misma que vivía muy próximo al lugar de los hechos donde la mujer pudo refugiarse tras haber escapado de la vivienda donde el detenido había intentado violarla ocasionándole lesiones graves, consistente una de ellas en una herida producida mediante un apuñalamiento en la espalda con un cuchillo de 48 centímetros de longitud mientras la mujer intentaba huir de la casa.
Después de asistir a la víctima, que se encontraba en "malas condiciones", los agentes entraron en el domicilio del autor y procedieron a su detención como presunto autor de un delito de agresión sexual y otro de lesiones. Acto seguido, agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer, junto con la Policía Científica, realizaron en el domicilio una inspección ocular con la que consiguieron recuperar pruebas del delito, como el cuchillo, un reloj de muñeca propiedad de la víctima así como una de sus zapatillas y una sudadera manchada de sangre de la mujer que el agresor llevaba puesta en el momento del ataque.