La investigación se inició cuando agentes de la Policía Nacional especializados en este tipo de delitos detectaron varios puntos de venta de droga en la barriada sevillana de Los Pajaritos.
Tras las primeras pesquisas se observó cómo los detenidos contaban con una infraestructura de pisos ocupados que funcionaban como "narcopisos", así como un gran número de personas, en su mayoría drogodependientes, que se encontraban a su servicio con un claro reparto de funciones.
Con el avance de la investigación se logró ubicar el piso empleado por el líder de la organización, dónde mantenía las reuniones con los distribuidores de la mercancía; lo que fue clave para desarrollar un operativo policial para el registro de los domicilios implicados y la detención de los presuntos responsables de la organización.
El operativo policial desplegado en la zona culminó con siete registros domiciliarios, la desarticulación de dos activos puntos de venta y de dos plantaciones de marihuana, así como la detención de ocho personas por los delitos de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas
Entre los domicilios en los que se produjo la entrada y registro se encontraba el piso del líder de la organización, donde ocultaba 12 kilos de hachís, 120.000 euros en efectivo dos pistolas, una escopeta y más de 200 cartuchos.
Otro de los pisos registrados, era utilizado como laboratorio para el tratamiento de marihuana y se encontraron 358 plantas, utilizando otra de las viviendas como secadero, donde se recuperaron siete kilos de cogollos listos para su distribución. Además se incautaron de casi 90 gramos de heroína y de más de 20 gramos de cocaína. Los detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial.