Quique Sánchez Flores cree que su equipo, de cara al partido ante el Atlético, tiene la ventaja de que los jugadores "no tienen la presión ni la tensión de la liga. El partido será exigente, lógicamente, son dos equipos con realidades distintas, pero saldremos a dar la cara y a hacer el mejor partido posible. La otra realidad, la de la liga, existe, asusta, asoma y nos empobrece y debilita. Si hablas con los jugadores sabes que son capaces de creerse mejores en un partido. La lucha va a ser agónica hasta final de temporada. El objetivo ya sabemos cuál es en LaLiga y ahora tenemos otro objetivo en la Copa que vamos a intentar pelear hasta el final.
Para el técnico madrileño es importante que la plantilla, tras lo de Girona, "pase página. Ahora viene un capítulo emocionante, en un estadio muy complicado y ante un rival crecido en un extraordinario momento. La experiencia e historia que tenemos detrás nos tiene que ayudar en este escenario exigente. Son dos equipos que se conocen bien y creo que no va a haber lugar a la sorpresa. Nadie va a sorprender a nadie". El míster del Sevilla quiso mandar un mensaje a los que puedan ser pesimistas para este partido del Metropolitano. "El mensaje es que todo el mundo se levante, que los necesitamos a todos, que estén de nuestro lado y que nos empujen. Mañana es lo más importante, si no podemos pues nos centraremos en el domingo. Pero hace muy poco hicimos un partido muy digno en ese estadio. Vamos a salir como salimos en Getafe. Vamos a hacer lo que ha hecho siempre el Sevilla, competir", declaró.