Los espetos de sardinas nadan hacia la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

El humeante aroma de las playas malagueñas

El espeto de sardinas, el tradicional plato de la gastronomía popular malagueña, inició hace cuatro años, gracias a la iniaciativa de Marbella Activa, el proceso para ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Su pervivencia en el tiempo -al menos, desde final de siglo XIX- y su aureola la sitúan al mismo nivel, consideran los implicados junto al colectivo marbellí en esta aventura, que las galletas de jenjibre de Croacia o el kimchi de Corea del Sur; ejemplos de alimentos o recetas que ya poseen ese reconocimiento. Queda sin embargo aun bastante para conseguir el logro, reconocen los actores principales.

Alfonso Olaso

Marbella | 28.05.2021 10:07

La iniciativa de Marbella Activa de 2017 fue rápidamente apoyada. Ayuntamientos de la costa, el Parlamento Andaluz y el Senado se sumaron a la idea. La apuesta de la Cámara Alta ha sido vital de hecho para la creación de la Mesa del Espeto. Otro refrendo importante es el de Carta Malacitana, una asociación constituida en 2008 con el ánimo de defender y ensalzar la gastronomía malagueña, en la medida en que ya es un atractivo turístico de primer orden. El espeto forma parte de esa conocida oferta culinaria que el colectivo quiere preservar manteniendo sus orígenes.

Los primeros espetos

¿Desde cuándo existen los espetos de sardinas? ¿Cuántos años tiene esta malagueña forma de asarlas? La interrogación es fácil. No tanto la respuesta. Porque no hay una fecha exacta; ni siquiera aproximada. Entre los siglos XVIII y XIX según una u otra fuente. En cualquiera de los casos, su antigüedad es otra razón suficiente en la que se asienta su declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.