Por su parte, el director de cantera, Óscar Felipe, no ha cumplido con las expectativas de una figura que venía con el respaldo de Adolfo Aldana y de llegar de las categorías inferiores del Granada de Primera división. El Marbella, en su interés por profesionalizar la cantera se deshizo de la mitad de sus equipos. El conjunto juvenil, el proyecto estrella con una inversión superior al de equipos sénior como la UD San Pedro, fracasó en su intento de subir a División de Honor. De hecho está acabando la liga con el grupo que trata de evitar el descenso. La otra gran apuesta fue el sénior femenino. Tras una restructuración del 90% de la plantilla, y con nuevo cuerpo técnico cuajó una gran primera vuelta del campeonato, pero se desinfló en la parte decisiva para pelear por el ascenso.
La decisión más delicada para Ribot es prescindir en su hombre de confianza en Marbella, Héctor Morales. El director general no supo gestionar la crisis del equipo, bien por falta de decisión o de mando, supeditado a la determinación final desde Madrid. No señaló a Aira, Víctor Moreno ni Óscar Felipe pese a sus polémicas decisiones y no cumplir con los objetivos que el club demandaba.