El espíritu de Pablo Ráez

La médula de un policía de Marbella salvó la vida de un niño de 13 años

César Sánchez es una aguja en un pajar. Policía local de Marbella desde hace 12 años, tomó una decisión en 2016 que salvaría la vida de un joven, ser donante de médula. Una acción que llevó a cabo inspirado en el llamado a la donación de Pablo Ráez, queriendo ser parte del legado que dejó el joven marbellí.

Redacción

Marbella | 07.07.2021 13:12

Largo proceso

Hace cinco años César, con uniforme incluido, decidió ser donante de médula. Para lograr su objetivo acudió a la Plaza de la Libertad en San Pedro Alcántara, dónde se realizó los exámenes para empezar a ser donante. Cómo el propio César indica es necesario diferenciar entre ser donante, primer paso para ser candidato a salvar una vida, y donar médula, proceso en el que se procede al trasplante y del que algunos donantes nunca llegan a participar. Este hecho se debe a que las posibilidades de encontrarun donante de médula son muy escasas. Por esta razón, el agente local no esperaba que dos años más tarde, en 2018, recibiera una llamada de la Fundación Josep Carreras para comunicarle su compatibilidad con un paciente. Ante esta noticia no dudó y decidió continuar para que se produjera el trasplante.

El proceso fue largo y difícil, con viajes a Málaga y muchas pruebas, que superó gracias al apoyo de toda su familia. Conociendo que existen dos procedimiento para realizar la donación de médula, aféresis o entrar en quirófano, César se dejó aconsejar por los médicos y hacer lo mejor para el paciente que iba a recibir su médula. Así fue como se decantó por entrar en quirófano y salvarle la vida a un joven chileno de 13 años.

En Más de Uno Marbella 12.30 con Julio Rodríguez, el donante marbellí nos contó con detalle cómo vivió todo el proceso y que hechos fueron decisivos para llevar a cabo esta acción tan valiente. Además no dudó en recordar que hay que seguir haciéndose donante y que esta decisión debe ser tomado con información y consciencia. Sólo así se podrá mantener el legado del que ya es parte César, el de Pablo Ráez.