Se ve cada mañana. Lo pueden comprobar ustedes mismos. No hay mejor prueba que eso. Hasta incluso alguno esté escuchando esto allí, parado, o casi, padeciéndolo.
La carretera de Ronda hace mucho que es un problema para la circulación de la propia vía, de la A-7 porque enlaza con ella, y de San Pedro Alcántara, que es donde confluyen la autovía de la Costa del Sol, la A-7 y las calles de la propia localidad.
Hay un proyecto -se anunció hace ya más de un año- para que el tramo que ya es prácticamente urbano se multiplique por dos, o sea, tenga dos carriles en cada sentido, por resumir. A ver si sirve para descongestionar.
Mientras llega esa gran obra, se intenta dar solución a lo que podría ser el segundo problema de esa primera parte de la carretera: la iluminación. Y es en éste en el que está ese, vamos a decir, surrealismo presente en muchas de las actuaciones que se hicieron años ha en Marbella.
También lo pueden comprobar cuando quieran, porque puede que les haya pasado desapercibido: hay farolas a ambos lados, pero que no alumbran. El chascarrillo sale solo: no tenían muchas luces.