Los jardines, las terrazas y las azoteas no solo se han convertido en uno de los requisitos más demandados a la hora de buscar una vivienda, también son espacios clave para que los hoteles y apartamentos turísticos puedan atraer nuevos clientes.
La terraza se consolida como una de las características más buscadas por todos los usuarios a la hora de elegir alojamiento, concretamente, el 20% de las búsquedas realizadas para apartamentos y hoteles estaban condicionadas por la disponibilidad de un espacio exterior. Este porcentaje varía según el tipo de turista: el 28% de los británicos prefieren tener en su hotel un espacio exterior, seguido de los franceses, con un 25% y cerrando la lista Italia, con solo un 8%.
Esta tendencia al alza, propiciada tras la pandemia, sirvió como incentivo para atraer a los viajeros. “Los hoteles necesitaban recuperar su nivel de ocupación, y las terrazas y el acristalamiento de estas se consolidó como caballo de batalla ganador dada su versatilidad. Tanto en verano como en invierno, estos espacios ofrecen un plus de disfrute muy valorado ente turistas y público local”, asegura Javier Martínez, vicepresidente ejecutivo del Grupo Lumon, fabricante líder de soluciones de acristalamiento.
Contar con terrazas, azoteas o espacios exteriores, en general, permite a los establecimientos extender su uso durante todo el año, aportando flexibilidad y rentabilidad. En esta línea, desde Lumon señalan que estos espacios concentran las principales inversiones en el sector turístico.
“En estos últimos tres años, hemos visto un notable aumento en la demanda de acristalamiento de terrazas y azoteas de hoteles”, explica Javier Martínez.
Un buen ejemplo de ello es Ona Marinas de Nerja, propiedad de la empresa Ona Hotels & Apartments, donde Lumon instaló aproximadamente 80 m2 de acristalamiento con el objetivo de aprovechar el espacio, creando una extensión de la terraza del restaurante del complejo. “En invierno, hemos aumentado el espacio disponible aproximadamente 120 m2, esto se convierte en un incremento de los beneficios, puesto que hemos añadido también un mayor número de mesas y sillas en el restaurante hasta los 70 comensales”, aseguran desde Ona Hotels & Apartments.
Otro de los proyectos más destacados de Lumon en el sector turístico ha sido el del Hotel Amàre Marbella, donde la compañía realizó una instalación total de 286 m2 en la primera, segunda y novena planta, además de en el Beach Club. Para ello, se utilizaron cristales altos, tanto en zonas exteriores como interiores, con el fin de dividir espacios y adaptarlos al número de comensales.
“El principal beneficio de estos cerramientos que llamamos "cortinas de cristal" son la permeabilidad en vistas y la integración y la continuidad que permiten entre la edificación y los exteriores. Además, en determinadas situaciones climatológicas, estas cortinas te permiten crear un porche para hacer frente al viento, frío y lluvia, siendo un espacio que se puede aprovechar ante el mal tiempo. Así, se aumenta la zona cubierta y cerrada de esparcimiento y disfrute disponible para los clientes”, asegura Manuel Crespo, director técnico de Fuerte Group Hotels.