Duelo con intereses distintos entre Granada y Málaga y que tuvo como ganador al que más falta le hacía en su lucha por la permanencia, el Granada. Y es que el equipo de la ciudad de la Alhambra salió desde el principio consciente de lo poco que queda para el final de la liga y la necesidad que tenía de seguir sumando para estar un año más en la élite del fútbol nacional.
Ya en los primeros instantes del partido, se veía quien era el que tenía más ganas de conseguir la victoria. Las jugadas de peligro del Málaga carecían del mismo y el conjunto nazarí fue quien puso más ganas. Se pudo adelantar mucho antes el Granada si no llega a ser por una doble parada de Willy ante remates de Brahimi e Ighalo. Pero en el minuto 27 un mal despeje de Antunes caía en las botas de Brahimi que metía el centro para que Ighalo pusiese el 1-0 en el marcador, que a la postre sería definitivo. Con este resultado se llegó al descanso.
En el segundo periodo, el Málaga parecía haber cambiado durante su estancia en los vestuarios ya que salió dispuesto a tener la posesión en ese tiempo. Pero aparte de la posesión y de alguna jugada aislada el Málaga carecía de intensidad y de profundidad, por lo que no ponía en peligro casi nada, a la portería de Roberto. Incluso, el Granada pudo obtener el 2-0 que estuvo en las botas de Aranda, habilitado por un fallo garrafal de Demichelis que la dejó pasar. Santa Cruz que entró sustituyendo a Baptista tuvo las dos mejores ocasiones para el Málaga, pero finalmente no conllevaron demasiado peligro para Roberto.
El Granada con estos tres puntos se aleja un poco más del descenso, y el Málaga, por su parte, ve cada vez más imposible el sueño de entrar en Liga de Campeones por segundo año consecutivo.