Málaga vivió anoche una de sus veladas más intensas y emocionantes de este verano con la actuación de Raule en el SELVATIC MÁLAGA FEST, donde más de 5.000 personas abarrotaron el recinto Málaga Forum para vivir un concierto inolvidable.
La jornada comenzaba a media tarde con la apertura de puertas, dando paso a un ambiente festivo repleto de actividades. Los asistentes pudieron disfrutar de una preparty donde tomar algo para refrescarse, food trucks con propuestas para todos los gustos, puestos de ropa y complementos, y corners de fotos ideales para inmortalizar la experiencia. Poco después, subía al escenario el artista invitado Ginés González, cantante y compositor malagueño que está conquistando corazones con su voz, y puso al público a bailar con temas como “Loca de Remate” o con su “Octava Maravilla” que sirvió como perfecto aperitivo para lo que vendría después.
A las 22:00 h, el público entusiasmado recibía a Raule, quien irrumpió en escena desatando la euforia colectiva. Con su característica mezcla de sensibilidad e intensidad, el artista repasó algunos de sus temas más emblemáticos como “Ninfómano”, “Muero contigo”, “Cómo no te voy a querer”, “Dopamina” y por supuesto, “La habitación prohibida”, la canción que lo catapultó a la fama durante el confinamiento y que hoy supera los 5 millones de visualizaciones.
Durante todo el concierto, su hijo pequeño lo observaba desde un lateral del escenario, visiblemente emocionado y orgulloso. En un gesto que desató una ovación unánime del público, Raule lo invitó a subir al escenario y, tomados de la mano, cantaron juntos un fragmento de una de sus canciones. Un momento realmente tierno que robó aplausos, mostrando una faceta aún más cercana y familiar del artista.
Las redes sociales se encendieron durante la actuación con mensajes de fans entregados: “De poner siempre Raule en el coche con mi herma, a estar viéndolo en Selvatic”, “Gracias Raule por este concierto, se nota que el público lo ha disfrutado a más no poder”, o “Con esta canción siempre se me saltan las lágrimas” fueron solo algunos de los cientos de comentarios que circularon en tiempo real.
Uno de los momentos más sorprendentes de la noche llegó con una pedida de mano en directo. Jesús, con la complicidad del propio Raule, interrumpió el show para declararse a su pareja Lucía, quien, emocionada y sin dudar, dijo que sí ante miles de testigos.
La noche culminó con un animado after party de la mano de los DJs Sevi y Meow, que mantuvieron el ritmo y la fiesta hasta bien entrada la madrugada.
Con esta actuación, Raule no solo confirma su imparable proyección artística, sino también su capacidad de emocionar, conectar y hacer historia en escenarios tan relevantes como el de SELVATIC MÁLAGA FEST, que se consolida como una cita imprescindible del verano andaluz.