Situada a 164 metros sobre el nivel del mar, Manzanilla se extiende sobre 40 km² de tierras fértiles, donde predominan los olivos, viñedos y cultivos de secano. Su clima mediterráneo templado favorece la agricultura y el turismo rural.

En las últimas dos décadas, Manzanilla ha vivido una ligera disminución poblacional. De más de 2.300 habitantes en 2005, ha descendido a poco más de 2.200 en 2025.

Cultura y tradiciones
Manzanilla es sinónimo de fiesta y devoción. Entre sus celebraciones destacan la Semana Santa, las Cruces de Mayo, la Romería de San Isidro Labrador.
La Real Feria del Valle: Celebrada en junio, en honor a la Virgen del Valle, patrona del pueblo.

Fiestas de San Roque y Virgen de la Victoria: En agosto, con actividades populares como el toro de fuego y carreras de cintas.
El flamenco también tiene un lugar destacado, con peñas y concursos que mantienen viva esta expresión artística.

Monumentos
Iglesia de Santa María de la Purificación, declarada Bien de Interés Cultural. Ermita de la Virgen del Valle, centro espiritual y festivo.

El Morabito, monumento singular en la plaza mayor. Además se encuentran antiguas bodegas y casas señoriales que reflejan el pasado vinatero del pueblo.

Gastronomía
La cocina manzanillera es rica y tradicional. Entre sus productos tradicionales encontramos los hornazos, pestiños, perrunas, roscos, empanadillas o el arrope (mosto cocido con frutas).
Personajes ilustres
Entre sus hijos más destacados se encuentra El Perejil, Mariano Peña, Manolo Manzanilla (Manuel Terrón Ponce), cantante flamenco que triunfó en Madrid y América. También figuran José Daza y Francisco Peralta Osorno, referentes en distintas disciplinas.


Retos y futuro
Manzanilla enfrenta desafíos como la despoblación rural, el envejecimiento demográfico y la necesidad de mejorar servicios. Sin embargo, su riqueza cultural, gastronómica y natural la posicionan como un destino con gran potencial turístico y humano.
Su término municipal ofrece rutas de senderismo, ecoturismo en marismas cercanas, visitas a bodegas y patrimonio histórico. Su cercanía al Parque Nacional de Doñana añade valor ecológico y turístico.
Manzanilla es mucho más que un nombre: es historia, sabor, devoción y vida. Un rincón de Huelva que merece ser descubierto, vivido y compartido.
