La alarma saltó en Íllora en el mes de enero. Un anillo, la joya robada. Manuel se convirtió en una de las primeras víctimas de estos ladrones profesionales. Su siguiente objetivo no fue tan fácil y pudo salvar sus pertenencias, según nos relata Antonio Cobos -jefe de la policía local de Íllora- en Onda Cero. Tras Íllora, esta banda actuó en La Zubia. La víctima en esta ocasión: una mujer mayor. De aquí el escenario se trasladaría a Huétor Tájar.
Días después, en una pedanía de Íllora, una anciana que barría la calle fue asaltada. No obstante, gracias a la difusión de los medios de comunicación, conocía lo ocurrido en otros pueblos y logró huir a tiempo cuando se acercaron a ella.
MODUS OPERANDI
Según nos relata el agente Cobos, son bandas itinerantes que recorren distintas provincias. Se desplazan de municipio en municipio con el fin de actuar durante varias semanas. En cuanto acumulan suficiente botín, cambian de provincia.
El botín suele ser fundido y manipulado (las joyas) para luego poder venderlas en el mercado negro. El abrazo cariñoso, como su nombre indica, consiste en abrazar a la víctima. Buscan un nexo de unión con la víctima, que a su vez, suelen ser personas mayores aprovechándose de su estado.