Elisa, la mujer a la que su expareja presuntamente apuñaló en el cuello el pasado 7 de noviembre en su domicilio de Armilla, en el área metropolitana granadina, ya ha recibido el alta hospitalaria tras completar su recuperación en planta del Hospital de Neurotraumatología y Rehabilitación de Granada, centro en el que fue sometida en estado muy grave a una intervención por neurocirugía, y ser derivada posteriormente al Clínico.
Como ya se indicó en su día, su recuperación ha sido lenta desde que fuera trasladada a planta de Neurotraumatología a finales del pasado noviembre desde la Unidad de Cuidados Intensivos de este centro dependiente del Hospital Universitario Virgen de las Nieves.
Una vez recibido los tratamientos especializados, se derivó al Hospital Clínico San Cecilio, en el Parque Tecnológico de la Salud, el que le correspondía por tener domicilio en Armilla, y donde fue dada de alta el pasado 31 de enero, han precisado las fuentes sanitarias consultadas.
PROTOCOLO DE ASISTENCIA
En torno a estos hechos, la Junta activó el protocolo para asistir a sus hijos y otros familiares, mientras el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada acordó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del supuesto agresor, de 54 años en el momento de los hechos, el pasado 7 de noviembre por la noche, el cual había sido detenido por supuesto intento de homicidio.
La juez de Violencia de Granada también le impuso una orden de alejamiento de 500 metros respecto de la víctima, de 47 años cuando fue atacada, y de sus dos hijos así como la prohibición de comunicación por cualquier medio con cualquiera de los tres.
El detenido ya había sido condenado por un presunto delito de violencia de género en el año 2010, pena que ya había cumplido. La víctima, tras recibir atención en un primer momento en el Clínico San Cecilio, fue trasladada esa misma semana al Hospital de Neurotraumatología y Rehabilitación de Granada para ser sometida a una nueva intervención.
LOS HECHOS
Los hechos ocurrieron sobre las 21,00 horas del martes 7 de noviembre en una vivienda de Armilla donde víctima y agresor, separados legalmente desde 2005, estaban conviviendo y donde se encontraban dos de los tres hijos que tiene la víctima. Fue el más pequeño, de 8 años en ese momento, el que salió a pedir ayuda a los vecinos, según relataba el miércoles la alcaldesa de la localidad, Dolores Cañavate. La otra hija, de unos 14, trató de defender a su madre y recibió un corte en la mano.
La regidora relató a Europa Press que desde el Ayuntamiento de Armilla se había venido atendiendo a esta mujer por violencia de género por parte de su expareja desde 2004 y hasta 2010, incluso acompañándola a los diferentes juicios que ha tenido por este asunto, que se saldaron con órdenes de alejamiento y una condena. No obstante, desde 2010 no había presentado nuevas denuncias de modo que no tenía en vigor ninguna medida de protección.
Este extremo también lo confirmó la Subdelegación del Gobierno en Granada, precisando que si bien la pareja se encontraba en el Sistema de Seguimiento Integral en casos de Violencia de Género (VioGén), el caso estaba "inactivo" desde 2012 por "riesgo inapreciable" después de la última valoración que se hizo al respecto.