La lesión de Carlos Neva ha supuesto para el Granada CF un importante contratiempo, en un momento altamente complicado para poder reparar esa importante ausencia. No hay que olvidar que el lateral gaditano es uno de los hombre fijos para Rubén Torrecilla, como también lo era para el anterior técnico Robert Moreno e igualmente para Diego Martínez, que fue el entrenador que subió al zaguero desde el Recreativo al primer equipo rojiblanco. La normativa federativa, toda vez que el presidente Rubiales, tras el caso Braithwaite, suprimió la posibilidad de fichar fuera de plazo a un nuevo jugador, si sufría como es este caso, una baja de larga duración fuera de las ventanas para poder retocar las plantillas, juega en contra de los intereses granadinos ya que sólo existe la posibilidad de poder contratar a un nuevo futbolista si se encontrara en paro antes del final de la última ventana, esto es, si se hubiera quedado sin equipo tras el pasado mercado de invierno. Podría llegar incluso si estuviera jugando en alguna liga extranjera.
De cualquier manera la noticia de hoy se centra fundamentalmente en la figura de Jorge Molina, el máximo goleador del equipo granadino, que continuará una temporada más perteneciendo al plantel que ahora dirige Rubén Torrecilla. La renovación del delantero alicantino está perfectamente justificada por rendimiento y calidad. Este año vuelve a ser el máximo artillero del Granada CF y el pasado cerró el ejercicio también con aquella condición, tras anotar quince goles en todas las competiciones. De igual manera estaría también justificada la de Germán, Víctor Díaz o Montoro, los grandes capitanes de un equipo que le ha dado mucho a este club. Enhorabuena a Jorge y felicidades a la entidad por la buena medida adoptada.