Más de 200 estudiantes de cuatro centros educativos cordobeses han mantenido un encuentro virtual con la base española Gabriel de Castilla para conocer de cerca la rutina del personal científico y militar en la remota isla Decepción, ubicada en la Antártida, a 13.000 kilómetros de España y a 1.000 de cualquier rastro de civilización.
Tal y como ha indicado la Universidad de Córdoba, UCO, dos viajes en avión y una travesía marítima de cuatro días por una de las aguas más desafiantes del planeta marcan el trayecto del personal científico y militar que durante el verano austral se traslada de Madrid a la dicha isla.
El islote alberga uno de los dos campamentos que España tiene en la región antártica para realizar proyectos de investigación, una base que recibe su nombre del navegante español del siglo XVII al que se le atribuye ser uno de los primeros exploradores en divisar este vasto continente, Gabriel de Castilla.
Durante la mañana de este lunes, más de 200 estudiantes de centros escolares cordobeses se han sumergido en la rutina de las personas que, bajo unas condiciones climáticas extremas, habitan este recóndito paraje con un solo objetivo: conocer más de cerca las entrañas de la Antártida, un laboratorio natural para realizar investigaciones en distintos campos de la ciencia.
Desde el salón de actos del Rectorado, escolares de los centros educativos López Neira, Zoco, Maimónides y Trinidad han podido conectarse por videoconferencia con la base española Gabriel de Castilla, conversar con el personal científico y militar que habita temporalmente esta isla y trasladar sus dudas sobre el continente más inhóspito del planeta.
El evento ha sido inaugurado por el subdelegado de Defensa en Córdoba, José María Ortega; el coronel jefe del regimiento acorazado Córdoba Nº10, José Miguel Fernández; el delegado territorial de Desarrollo Educativo, Formación profesional y de Universidad, Investigación e Innovación, José Francisco Viso; el vicerrector de Transformación Digital y Gestión de Datos de la UCO, Sebastián Ventura; y el rector de la institución universitaria, Manuel Torralbo.
En este contexto, el rector de la Universidad de Córdoba ha puesto de manifiesto la importancia de desarrollar actividades que "incentiven la curiosidad", ya que "formular preguntas es la base del conocimiento y de la investigación".
Analizar el efecto de los contaminantes en latitudes extremas, monitorizar el impacto del cambio climático o estudiar las consecuencias la radiación solar en la degradación de la biomasa son algunos de los proyectos que los equipos españoles están llevando a cabo en la base, en la que también conviven 13 militares del Ejército de Tierra encargados de garantizar que la comunidad científica pueda llevar a cabo sus investigaciones en condiciones óptimas.
Concretamente, se trata de la operación militar en el exterior más antigua en vigor, una campaña que comenzó su andadura en el 1988 tras la incorporación de España al tratado Antártico.
Durante el desarrollo de la actividad, el alumnado participante también ha podido conocer algunas curiosidades sobre la historia de la Antártida, así como la climatología, flora y fauna del lugar en el que se ubica el campamento militar, una isla volcánica habitada fundamentalmente por el pingüino barbijo y en la que los piroclastos --fragmentos de roca solidificados tras erupciones volcánicas-- sepultan kilómetros de hielo.
Con la llegada del mes de marzo, la base cerrará nuevamente sus puertas debido al inminente invierno antártico, que sumirá a la isla en una oscuridad casi completa durante meses haciendo prácticamente impracticable la vida humana.