EFFETÁ

El Cabildo recupera la tradición del auto sacramental para el Corpus Christi

Este auto sacramental, inédito en pleno siglo XXI, es el primero escrito en 83 años.

Onda Cero Córdoba

Córdoba | 17.05.2023 19:44

El Cabildo recupera la tradición del auto sacramental para el Corpus Christi
El Cabildo recupera la tradición del auto sacramental para el Corpus Christi | Cabildo de Córdoba

Un auto sacramental de lenguaje contemporáneo, obra del escritor y poeta Daniel Cotta, es la nueva apuesta cultural del Cabildo Catedral, que promueve la iniciativa de la diócesis de Córdoba de adaptar la eficacia doctrinal del auto sacramental de Calderón de la Barca. Esta creación se representará el próximo 2 de junio, a las 21:00 horas, en la Mezquita Catedral de Córdoba con la dirección teatral de Rosa Melero y la dirección artística de Mamen Rey, al frente de la compañía Loyola Teatro.

En esta apuesta teatral, que cautivará a todo el panorama teatral contemporáneo, Daniel Cotta ha concebido Effetá como una obra fiel a la esencia del género y propone una expresión de las verdades teológicas y principios de la fe cristiana con ropajes nuevos, acordes con la vida y las costumbres actuales, sin perder de vista ni la ortodoxia de Calderón ni de la exégesis cristiana. El resultado es una “catequesis espectacular”, en palabras de Daniel Cotta, sostenida por un lenguaje sencillo y poblada de personajes alegóricos que dejan ver su consistencia humana. La música acentúa su dramatismo e ilumina la posibilidad de salvación de toda persona.

El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha destacado el valor de la obra en tanto que está escrita por un cristiano capaz de transmitir la admiración y el asombro por la presencia de Jesús en la eucaristía, por eso, la obra tiene la “expresión de una persona creyente, que nos transmite su asombro a través de palabras bellas”, ha subrayado el Obispo.

Con una composición teatral de corte dramático, conmovedor y espectacular, está escrito en verso, que pone en acción muchas peripecias, siempre con sentido alegórico. La obra conjuga a personajes que conectan con nuestro tiempo y la sensibilidad actual: un chef de alta cocina, un científico descreído o unas jugadoras adictas al videojuego. Una nómina de 17 personas, muchos de ellos jóvenes del Grupo de Teatro Loyola, dan vida a este auto sacramental “de carácter insólito”, según el autor.