El desarrollo del ensayo académico le ha llevado seis años porque lo ha tenido que simultanear con sus tareas laborales en arqueología de gestión.
El estudio se detiene en la importancia del agua para arrancar la piedra antes de que se inventaran los explosivos y conseguir la industrialización de los trabajos marmóreos desde el siglo XIX.
También hace mención a los vestigios de serrerías de mármol en la cuenca minera de Macael y su puesta en valor.