La situación de Aridane y su impacto en el vestuario
La polémica en torno al incidente protagonizado por Aridane fue uno de los temas analizados por Rubi. El técnico reconoció que se trató de “un momento muy complicado de gestionar” y explicó que, una vez confirmado que no hubo daños personales, el club actuó con prudencia para proteger al grupo. Destacó el arrepentimiento del jugador y la necesidad de “sacarlo del monotema” para evitar que la situación afectara al vestuario.
Rubi añadió que Aridane no estaba en condiciones óptimas para competir y que el club ya aplicó su régimen interno, mientras que el jugador asumirá las consecuencias civiles por los daños ocasionados. “Ese no es el camino”, subrayó el técnico, poniendo en valor la actitud diaria del central y el ejemplo que debe transmitir a los más jóvenes.
Respecto a la posibilidad de que Aridane sea una solución para las bajas en el eje de la defensa frente al Burgos, Rubi prefirió ser cauto. “La decisión se tomará durante la semana y siempre pensando en lo mejor para el equipo”, señaló, recordando que el conjunto debe estar preparado “con o sin Aridane”.
“Aridane tendrá que pagar sus consecuencias fuera por los vehículos afectados y yo pido disculpas en nombre del club porque no deja de ser un trabajador nuestro”, concluyó el técnico catalán.
Rubi y el mercado de fichajes de invierno
El entrenador admitió que, además del esperado fichaje de un delantero centro, el clubplanea reforzar otra posición ofensiva, aunque prefirió mantener la cautela. La llegada de nuevos jugadores, explicó, puede influir en la competencia dentro de la plantilla, especialmente en la parcela de ataque, mientras que la defensa no será la prioridad.
En clave de análisis, todo apunta a que el refuerzo podría producirse en la bandaizquierda, una zona con menos alternativas. Mientras que en la derecha están jugadores como Léo Baptistão, Arnau y la opción de doble lateral, en el perfil izquierdo solo Marko Perović actúa como extremo puro. Nico o incluso el propio Embarba puede ocupar esa demarcación de forma puntual, pero falta un extremo desequilibrante, una figura que la afición rojiblanca lleva tiempo esperando en el Mediterráneo.
Sobre posibles salidas más allá de Robertone, Rubi aclaró que dependerán de las incorporaciones que se concreten en el mercado. Subrayó que el club “no improvisa” y que las decisiones se toman en función de las necesidades de cada posición. La ausencia de Lucas en el desplazamiento a Andorra se debió a molestias musculares, no deportivas, y normalmente es un portero quien queda fuera de la convocatoria.
Ambiente en el vestuario
En cuanto al vestuario, Rubi afirmó que el grupo “por fin es una piña”. La cohesión se debe en gran parte a la llegada de jugadores motivados procedentes de clubes como Zaragoza, Castellón o Málaga, que aportan energía renovada desde el primer día. Los veteranos como Fernando, Chumi, Centelles, Puigmal o Embarba actúan como guías, y perfiles internacionales como Stefan Dzodic se han adaptado rápidamente.
Aunque ha habido algún incidente extradeportivo, como el de Aridane, Rubi aseguró que los problemas son “muchos menos que en otras temporadas” y que la armonía se refleja claramente en los entrenamientos.
Relación con la afición
Rubi admitió que la identificación con la afición “duele de verdad” cuando no se cumplen las consignas de saludar a la grada desplazada o, en casa, desde el centro del campo. “Si en algún momento no se ha hecho y la gente se ha sentido molesta, me apena de verdad”, señaló. Para él, lo ocurrido recientemente en Andorra representa lo que debería ser la norma, aunque entiende que algunos aficionados se marchen antes para evitar atascos en el estadio.
Arbitrajes y polémicas
Sobre los árbitros, Rubi afirmó que ha decidido “cerrar el libro” para no dar la impresión de que critica cuando pierde, aunque reconoció que varias decisiones recientes han sido “difíciles de entender”. El técnico recordó el polémico penalti de Ceuta, subrayando lo incomprensible de que la única persona que tomó la decisión no hubiera podido ver la acción.
Rubi apuntó que los problemas no siempre son de los árbitros, sino de los protocolos que limitan el uso del VAR y pueden volverlos “un poco locos”. Sobre el análisis posterior del CTA en Tiempo de Revisión, indicó que se sentiría más tranquilo si el árbitro hubiera revisado la acción con su asistente. Destacó que el colectivo arbitral mantiene diálogo con jugadores y entrenadores, pero aún falta ajustar bien el uso de la herramienta, proceso que se corrige a base de errores.
Ciudad Deportiva y segunda fase del estadio
Finalmente, Rubi se mostró optimista sobre el primer entrenamiento en la Ciudad Deportiva y la segunda fase del estadio. “Ojalá pronto. Va a dar un salto de calidad tremendo”, afirmó, recordando que durante el próximo semestre se colocará la primera piedra. Aunque no sabe si podrá vivir ese momento, lo definió como “algo muy bonito” y un paso importante para el club, la ciudad y los niños de Almería. Sobre la segunda fase del estadio, aseguró que “está totalmente en marcha”.

