R.A., de 20 años, está acusado de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros ya que, según el Ministerio Público, dirigió la travesía a España "con pleno conocimiento de que estaba obrando" al margen de la ley, y usó una embarcación "totalmente inadecuada" para portar personas.
El escrito de calificación provisional, consultado por Europa Press, indica que la patera partió en la madrugada del 3 de agosto desde la playa de Canastell, en Marruecos, y remarca que carecía de las "mínimas condiciones de seguridad" o "iluminación alguna".
Señala que sus 18 ocupantes viajaban en un habitáculo de "pequeñas dimensiones", que "no podían comunicarse" con el exterior en caso de ser necesario y que no tenían chalecos salvavidas, por lo que el acusado "puso en concreto peligro sus vidas e integridad física".
El Ministerio Público apunta que R.E. era el encargado supuestamente de "dar instrucciones y órdenes" a los inmigrantes, "ocupándose de la conducción de la embarcación y de la utilización de la brújula, y dándole a los ocupantes de la patera indicaciones sobre lo que tenían que decir si eran interceptados por las autoridades españolas".