Almería vive una fiesta en el triunfo de España (33-25)

Desde el comienzo pudo comprobarse que los Hispanos estaban dispuestos a regalar un gran encuentro a los almerienses. Esta apreciación se tradujo en un espectacular arranque que permitió, en apenas doce minutos, que la distancia fuera de cuatro goles (8-4). Ante el vendaval español, el entrenador sueco solicitó un tiempo muerto que buscara reajustar las líneas.

Tras esta breve pausa, el cuadro visitante empleó un juego de ataque mucho más intenso. Es cierto que el combinado sueco se acercó más a la portería, pero no así en el electrónico. El principal artífice de ello fue el guardameta Pérez de Vargas, que, con grandes intervenciones, evitó los tantos y sus compañeros se encargaron de subir al luminoso una diferencia de 9-6.

En esas, ante cánticos continuos por parte de los 4.100 aficionados que parecían un jugador más sobre el rectángulo de juego, el Palacio de los Juegos Mediterráneos pasó a ser parte de la historia del balonmano español al ser testigo del debut como internacional absoluto de Antonio Serradilla. El sevillano, además, correspondió a la confianza del seleccionador con dos goles nada más entrar, que llevaban el marcador al descanso a un 19-12.

Mientras los protagonistas recibían instrucciones en sus respectivos vestuarios, el centro del terreno de juego se llenó de homenajes. En este sentido, los canteranos del balonmano de la provincia de Almería ocuparon los focos al recibir placas conmemorativas de parte de Ramón Fernández-Pacheco, alcalde de Almería, Ángeles Martínez, diputada de Deportes, y Francisco Blázquez, presidente de la Federación Española de Balonmano.

Durante el primer periodo, los Hispanos habían sido muy superiores. La élite internacional de esta disciplina deportiva estaba cumpliendo con creces el nivel esperado, aunque todavía quedaba por delante un apasionante segundo acto en el que los suecos debían tomar más riesgos para pelear ante la furia española.

Almería seguía a lo suyo: arropando con fuerza a la selección local y eso fue clave para que la contundencia roja fuera en aumento. Tanto fue así que, al cuarto de hora de esta segunda mitad, el entrenador de Suecia se vio obligado a solicitar un tiempo muerto con diez goles de ventaja española (28-18).

Los espectadores se lo estaban pasando en grande. La ola se desató en el graderío a la vez que seguían llegando los tantos a las porterías (29-20). Antes de eso, los jugadores amarillos gozaron de buenas oportunidades, pero el cancerbero de Jordi Ribera volvió a estar muy acertado.

Aunque la seguridad en la portería no sería cosa exclusiva de Pérez de Vargas, debido a que Sergey Hernández, que acababa de entrar a la pista, realizó varias buenas intervenciones para volver a frenar los intentos suecos de acercarse en el marcador, lo que parecía una misión imposible.

A falta de tres minutos para la conclusión, la selección de Suecia tiró de casta para apretar la contienda (30-25). Sin embargo, España no dio lugar a sufrimientos y, con un apoyo incansable en la grada, llevó el marcador final a un 33-25, que ponía la guinda de oro a la espectacular jornada vivida.

Ficha técnica:

España: Pérez de Vargas; Iñaki Peciña, Jorge Maqueda, Ángel Fernández, Raúl Enterríos, Álex Dujshebaev, Abel Serdio, Viran Morros, Aitor Ariño, Iosu Goñi, Antonio Serradilla, Ferrán Solé, David Balaguer, Adriá Figueras, Marc Cañellas y Sergey Hernández.

Suecia: Thulin; Philip Henningsson, Markus Olsson, Alfred Ehn, Óscar Bergendahl, Jack Thurin, Daniel Pettersson, Hampus Wanne, Simon Jeppsson, Fredic Pattersson, Felix Clarr, Jim Gottfridsson, Kim Andersson, Jonas Samuelsson, Anton Lindskog y Mikael Aggefors.

Resultado: España 33-25 Suecia.

Árbitros: Michail Mertinian y Evangelos Syrepisios (Grecia).

Incidencias. Partido correspondiente a la quinta jornada de la EHF Euro Cup. El encuentro se disputó en el Palacio de los Juegos Mediterráneos (Almería) y contó con la presencia de 4.100 espectadores. Antes del comienzo se guardó un minuto de silencio.

Durante el tiempo de descanso, la cantera del balonmano almeriense recibieron placas conmemorativas de parte de Ramón Fernández-Pacheco, alcalde de Almería; Ángeles Martínez, diputada de Deportes, y Francisco Blázquez, presidente de la Federación Española de Balonmano.