El agente de Policía Nacional detenido por la muerte violenta del médico Rafael Piorno, en su casa de Aguadulce, en Roquetas de Mar, habría actuado junto a su compinche bajo un "plan preconcebido" para acometer un robo en la vivienda del doctor, al que conocía porque era paciente suyo.
Se estima que ambos sospechosos acudieron sobre las 15,45 horas a la vivienda del doctor, que habrían vigilado previamente, preparados para cometer un robo, para lo que se habrían servido además de la furgoneta propiedad de la pareja sentimental del policía, también investigada en la causa. Los acusados se habrían valido de que el doctor tenía en venta la vivienda, en la que también pasaba consulta, para acudir con la excusa de una posible compra, de forma que el que era un desconocido para el médico habría tocado a la puerta con la excusa de realizar una visita a la vivienda.
UN TÁSER PARA INMOVILIZAR AL MÉDICO
Así, el sospechoso habría atacado al facultativo con un táser como el que fue encontrado posteriormente por los investigadores durante los registros realizados en Roquetas de Mar, Almería y León para inmovilizar al médico. Sin embargo, el médico, muy conocido en la localidad por integrar además las listas del PP en las municipales de 2023, habría tratado de defenderse con un cuchillo ante su adversario; mismo cuchillo con el que tras un supuestos forcejeo resultó apuñalado hasta en tres ocasiones por su rival en el cuello y a la altura de los hombros.
A partir de ese momento, el robo orquestado por el agente se habría visto frustrado con el crimen, por lo que ambos sospechosos habrían tratado de limpiar los restos de sangre de la vivienda para lo que se llevaron las prendas de ropa ensangrentadas. De este modo, el policía abandonó la vivienda seguido de su compinche, quien habría usado ropa limpia de la víctima para no levantar sospechas. Es más, habrían cargado en la furgoneta aparcada en las proximidades la bolsa de plástico con los efectos retirados del crimen para abandonar el lugar y viajar al día siguiente a León.
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Roquetas de Mar ordenó el ingreso en prisión de ambos implicados por los delitos de homicidio y robo con violencia, a la espera de una más depurada instrucción. Eso sí, dejó en libertad como investigada a la pareja del agente, al figurar como propietaria de la furgoneta.