Sucesos

La autopsia encuentra signos de asfixia en el joven que murió en un centro de menores de Oria

A la espera de los informes toxicológicos, según el diario El País, el estudio preliminar no descarta la comprensión abdominal o la sofocación con almohada o colchón en este fallecimiento

Redacción

Almería | 11.07.2019 11:45 (Publicado 11.07.2019 06:00)

El informe preliminar de la autopsia realizada al chico de 18 años que falleció en un centro de menores de Oria el pasado 1 de julio, tras ser aplicado un «protocolo de contención», encuentra signos de asfixia y describe la muerte con «seis guardas jurados para contener» al joven, según ha publicado el diario El País.

En las páginas del rotativo se continúa explicando que, a la espera de que lleguen al juzgado que instruye el caso los análisis toxicológicos, el primer estudio «no descarta la comprensión abdominal o la sofocación con almohada/colchón» en esta muerte, que se define como «súbita».

Además, El País apunta a que la aplicación del protocolo de actuación quedó registrada en un vídeo, puesto que había una cámara en la habitación sin sonido. «Se le ve en prono [boca abajo], con la cabeza apoyada en almohada y colchón y se ejerce presión con una rodilla en la escápula izquierda y con una mano en la espalda, aparte de sujetarle la cabeza (da la impresión que está aprisionada contra la almohada y colchón)», describe el informe publicado en el periódico.

El documento, al margen de señalar «signos asfixiaicos generales muy evidentes con livideces extensas de color azul oscuro» continúa con: «Presencia de múltiples heridas cortantes cicatrizadas autoproducidas en dorso de brazo y antebrazo izquierdo», lo que coincidiría con el relato de los hechos que precedieron a la muerte.

En concreto, según las declaraciones de algunos testigos, la discusión comenzó porque el joven «se estaba haciendo un tatuaje en un brazo de manera rudimentaria e hiriéndose». Fue al llamarle la atención cuando reacciono de una supuesta forma violenta y le fue aplicado el «protocolo de actuación».

La víctima, un chico de 18 años de origen marroquí, se encontraba internado en el centro de menores de Oria con un diagnóstico de TDHA (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), consumo de sustancias y trastorno de Adaptación ansioso-depresivo.

El País, basándose en su historial y en las confirmaciones de fuentes próximas a la investigación, amplía con que el joven «es policonsumidor de tóxicos desde los 10 años de edad y cuenta con cuadros de agresividad y necesidad de protocolo de prevención de suicidio».

El mismo informe establece que, «en el centro existe un estricto control sobre el acceso de sustancias de abuso y descartan que haya podido consumir recientemente».

Las circunstancias de la muerte fueron filmadas en un vídeo que ya está en manos del juzgado que instruye la causa.