Según ha trasladado la entidad científica en una nota, la construcción de nuevos instrumentos de última generación es "crucial" para mantener cualquier observatorio a la vanguardia de la investigación astronómica como ya ocurrió con el instrumento Carmenes, que ha permitido la detección de varios exoplanetas desde 2016. En este caso, el instrumento está codirigido por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto Andaluz de Astrofísica (IAA-CSIC).
Para el director del Centro Astronómico Hispano en Andalucía (CAHA) de Calar Alto, Jesús Aceituno, este nuevo instrumento "marcará el curso científico y tecnológico" de la próxima década, ya que con el mismo se abre una "nueva fase" en esta infraestructura científica y técnica singular (ICTS) como, en su día, pasó con la aplicación del espectrógrafo 'Carmenes'.
Tarsis (Tetra-ARmed Super-Ifu Spectrograph, en inglés) se basa en un diseño óptico basado en cuatro brazos: tres optimizados en azul, uno en rojo. Es un instrumento codirigido por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el IAA-CSIC, con participación las universidades de Almería, Granada y Sevilla, el Inaoe de México, el socio industrial Fractal SLNE y el Centro de Astrobiología (CAB/INTA-CSIC) en Madrid.
El principal motor científico de Tarsis es el estudio de cúmulos de galaxias, los bloques de construcción más grandes del universo a gran escala. Con Catarsis, su estudio asociado, el equipo del instrumento mapeará completamente 16 cúmulos de galaxias cuidadosamente seleccionados, entre los que se incluyen los filamentos que los alimentan con galaxias ubicadas en sus alrededores, a unos 2.000 millones de años luz de distancia de la Tierra.