La Asociación de Fiscales ha criticado "el silencio" del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, "ante la gravedad" de lo pedido por el expresidente de Cataluña Carles Puigdemont para apoyar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
Así lo indica en un comunicado en el que señala que "la politización de la justicia es herramienta al servicio de quienes no creen en la separación de poderes ni en el respeto a las instituciones, desdeñan funciones que estas desarrollan en el mantenimiento del Estado de derecho por cuanto se oponen a sus intereses y que contravienen el ordenamiento jurídico en forma de delito y fraude de ley".
Añade que "en este marco poco pueden sorprender las palabras de Puigdemont instando al Gobierno de la nación a maniobrar para que la Fiscalía dé un paso atrás en todas aquellas causas judiciales abiertas con ocasión de los graves acontecimientos que tuvieron lugar en Cataluña en septiembre y octubre de 2017".
"Las inspira su propia necesidad y las alimenta quien deja flotando en el aire una pregunta: ¿de quién depende la Fiscalía", agrega la Asociación de Fiscales.
"El silencio no es una opción válida"
A su juicio "transcurridas más de 24 horas desde que la exhortación" de Puigdemont "desde Bruselas el fiscal general del Estado nada ha tenido por oportuno decir cuando este mismo miércoles firmaba dos decretos que fueron remitidos a todas las fiscalías territoriales".
"El silencio ante la gravedad de lo pedido no es una opción válida para quien ostenta la dirección del Ministerio Fiscal", concluye la Asociación de Fiscales.
Las exigencias de Puigdemont
El expresidente catalán compareció el pasado martes para poner sus condiciones a un eventual apoyo de sus siete diputados a la investidura. Entre las exigencias para empezar a negociar, está además del "abandono completo de la vía judicial", una ley de amnistía, un mediador para negociar, un mecanismo de verificación de los acuerdos, que el 1 de octubre deje de ser delito, el "reconocimiento" y el "respeto" a la "legitimidad democrática del independentismo" o una nueva política lingüística.