Extremadura acude a las urnas para elegir a los 65 diputados de su Asamblea en elecciones autonómicas anticipadas. Una de las grandes incógnitas es el nivel de participación y, sobre todo, a quién beneficia una posible abstención elevada.
Las encuestas publicadas durante la última semana de campaña sitúan la participación en torno al 64%, varios puntos por debajo de la registrada en 2023. Un dato que tendría un impacto claro en el reparto de escaños.
El PSOE, el gran perjudicado por la abstención
Los sondeos apuntan a que una abstención alta penalizaría especialmente al PSOE de Miguel Ángel Gallardo. Tras años al frente de la región, el partido llega a estas elecciones más debilitado, con pérdida de apoyos y una menor movilización de su electorado tradicional.
Las estimaciones sitúan al PSOE en torno a los 21 escaños, lejos de los 28 que obtuvo en 2023, y con el riesgo de caer aún más si una parte significativa de sus votantes decide no acudir a las urnas. Es decir, la desafección política y ese desencanto que hay tras la pérdida del gobierno autonómico podrían explicar este fenómeno.
Cuando la participación baja, el voto socialista sufre más que el de otros partidos, porque su electorado es hoy menos fiel y más propenso a la abstención.
PP y Vox salen beneficiados
En este escenario, el Partido Popular de María Guardiola aparece como el principal beneficiado. El PP, con un electorado más movilizado y cohesionado, lidera las encuestas con alrededor del 43% de los votos y unos 30 escaños, pero sin alcanzar aún la mayoría absoluta de 33.
La abstención, además, favorece indirectamente a Vox. El partido de extrema derecha, que podría subir hasta los 9 diputados, cuenta con un votante muy motivado que tiende a acudir a las urnas incluso en contextos de baja participación. Esto le permite rentabilizar mejor su base electoral y consolidarse como tercera fuerza.
Cáceres y Badajoz no votan igual
En conversación con Onda Cero, la directora de Comunicación de GAD3, María Martín Revuelta, subraya que el efecto de la abstención no es homogéneo en toda la comunidad:
En todo análisis electoral es imprescindible atender a las particularidades territoriales y al reparto de escaños entre provincias. En Extremadura, aunque hay dos provincias, el sistema se comporta casi como uno uniprovincial, lo que hace que la participación tenga un impacto especialmente relevante
Martín Revuelta añade un matiz clave:
No tiene el mismo efecto una bajada de la participación en Cáceres que en Badajoz. Históricamente, una menor participación en Cáceres tiende a perjudicar a la derecha, mientras que en Badajoz suele penalizar más a la izquierda
Un escenario favorable al bloque de derechas
En este caso, una abstención elevada este 21 de diciembre dibujaría un escenario favorable al bloque de derechas. El PP se consolidaría como primera fuerza y Vox mantendría o ampliaría su representación, facilitando una eventual reedición de acuerdos parlamentarios. El PSOE vería muy limitada su capacidad de remontada.
Los márgenes están ajustados, lo reflejan las encuestas, por eso cada décima de participación puede resultar decisiva.

