Las elecciones en Extremadura han dejado una importante debacle electoral del PSOE, que ha cosechado su peor resultado histórico en una región históricamente socialista. Este lunes, Pablo Pombo ha analizado en La Brújula las claves de este batacazo electoral en un PSOE que debe afrontar un importante calendario en los próximos meses con elecciones en Aragón, Castilla y León y Andalucía.
"Si la campaña llega a durar una semana más los socialistas habrían sacado escaños a devolver", ironiza Pombo en La Brújula, donde les señala como claros perdedores de estos comicios por varios motivos: Gallardo, la sombra de la corrupción, el abandono a Extremadura, las mujeres y la campaña electoral.
"Gallardo generaba un rechazo en su propia base electoral nunca visto en nuestro país (…) No porque sea más o menos carismático, sino por la relación que mantenía con el hermano de Sánchez, por la sombra de la corrupción", explica.
Otra de las principales causas a las que Pombo atribuye el estrepitoso fracaso del PSOE de Extremadura es al abandono del Gobierno central a la comunidad autónoma. "Extremadura es una región que se siente marginada por el sanchismo (…) La humillación de Sánchez con Puigdemont de estas semanas ha tenido un coste electoral", afirma.
Destaca también a las mujeres como otro de los aspectos principales que han hecho caer a los socialistas tras los escándalos de acoso sexual denunciados en las últimas semanas en todo el país. "En los peores momentos del PSOE, las siglas se han sostenido sobre el apoyo del voto femenino (…) Aquí esto ha desaparecido. La relación de confianza entre las mujeres españolas y el PSOE está quebrada y eso requiere de años para repararse", explica Pombo.
Y, por último, apunta a una campaña electoral muy mal ejecutada por el PSOE. "Nunca creí que vería al PSOE haciendo una campaña tan mala en todos los sentidos. No se quién la ha dirigido ni quién ha estado en la cocina, pero tengo bastante claro que eso no se ha cocinado en Extremadura", cuenta.
"El planteamiento y la ejecución de la campaña electoral ofende a lo más íntimo de la historia del PSOE. Todos los fundamentos se han roto: el voto rural, los mayores, las clases más humildes, las mujeres... Todo se ha quebrado. Ha decepcionado a todo el mundo", prosigue Pombo.
Y el analista termina con un aviso: "Creo que no puede hacerse peor de lo que lo ha hecho el PSOE en Extremadura, pero es que hay elecciones en Aragón pronto. Como repita el mismo equipo, el estropicio puede ser todavía mayor".
El año del pendulazo
Pero Pombo no solo pone el ojo en el PSOE a la hora de analizar las elecciones extremeñas, señalando al PP como vencedor y a Vox como el ganador, aunque también destaca el resultado de Podemos, que casi duplica sus escaños.
"Si hace solo dos años nos dicen que veríamos lo que vimos anoche, no lo hubiéramos creído (...) Son datos históricamente sorprendentes", explica.
"El resultado encaja con el presente histórico, con la pauta que estamos viendo en todos los países occidentales en esta década (…) El pendulazo ideológico hacia la derecha y que marcará nuestro próximo año y nuestro nuevo ciclo electoral. El año 2026 será el año del pendulazo en España", asegura Pombo sobre las próximas citas electorales que veremos en los próximos meses.
El crecimiento de Vox
El partido de Santiago Abascal ha salido reforzadísimo de estas elecciones cosechando un gran resultado duplicando su porcentaje de intención de voto, mejor de lo que las encuestas le otorgaban.
"Mi intuición me dice que obtuvieron mejores resultados de lo esperado en las poblaciones más grandes, sobre todo en Badajoz", explica un Pablo Pombo que pone el foco en la campaña electoral.
"Han trabajado bien durante la campaña, han sido los más eficaces. Apostando todo a la marca del partido y a la temperatura del rencor social. Han sido los más eficientes en el desempeño (…) Quizás Vox sea hoy el partido más moderno a la hora de competir electoralmente", analiza.
¿Qué le ha faltado al PP?
A pesar de ganar las elecciones con claridad, el PP se ha quedado más lejos de lo previsto de alcanzar la mayoría absoluta, lo que Pombo atribuye a los errores cometidos, una vez más, por el partido durante la campaña electoral. "Es tradición que el PP no remate las campañas electorales", dice.
"En la penúltima semana no cumplió sus objetivos y en la última no supo competir. Fue un error no ir al segundo debate y Vox sacó tajada (…) Era obvio que había que hacer una campaña presidencialista, pero la ejecución ha sido poco ambiciosa y con un tono demasiado templado. Guardiola no es Ayuso, pero Ayuso compite mejor", sentencia.

