En defensa, el parche funciona
La baja de Virgil Van Dijk es imposible de compensar, pero
Klopp ha dado con una fórmula aceptable en el centro de la defensa, la dupla
formada por Phillips y Kabak. El canterano y el turco han necesitado de muchos
partidos para ganarse el aprobado, pero en este último mes sus actuaciones han
sido bastante solventes. De hecho el Liverpool ha ganado sus últimos tres
partidos y no ha encajado un solo gol en este tiempo. La solidez de los
centrales ha permitido, además, que Alexander-Arnold recuperara cierto nivel
perdido en el lateral derecho.
En el medio, Fabinho es el rey
Algunos ya lo comparan con Casemiro y la referencia no está
desencaminada. Fabinho tuvo un bajón de juego durante el invierno, pero parece
claro que fue producto de las lesiones en defensa, que le convirtieron en otro
parche más. Ahora, con la defensa estabilizada, el brasileño impone una
hegemonía en el mediocampo que le han convertido en un jugador fundamental para
Klopp. Además, su presencia libera a Thiago. No es un centro del campo mejor
que el del Madrid –posiblemente insuperable- pero sí el más completo que ha
tenido el Liverpool en muchos años.
En ataque, Firmino
Nunca ha sido el más mediático de la delantera red, pero
Firmino es fundamental para las conexiones de ataque de los de Klopp. De hecho,
su lesión ha condicionado mucho el rendimiento de Salah y Mane. El brasileño
acaba de volver y no visita al Madrid en plena forma, pero sin duda sus
compañeros mejoran con su presencia, con sus pases y sus movimientos de
enganche. No es seguro que sea titular
en el partido de ida, ya que Diogo Jota se ha destapado como goleador en los
momentos más duros de la temporada, pero Firmino es uno de los símbolos
silenciosos de un equipo, el de Klopp, que vive más de su sistema de juego que
de sus estrellas.