UNA INVESTIGACIÓN DE VARIOS AÑOS

Suspenden cuatro años por dopaje a Alberto Salazar, exentrenador de Mo Farah

La Agencia Estadounidense Antidopaje ha suspendido por cuatro años a Alberto Salazar, el extrenador de Mo Farah. Le acusan de "organización e incitación a una conducta antidopaje prohibida" al término de una investigación sobre las prácticas utilizadas en la sede del proyecto que dirigía el exatleta.

EFE

Madrid | 01.10.2019 13:27

Mo Farah, a la derecha, y Salazar en el centro
Mo Farah, a la derecha, y Salazar en el centro | Getty

La Agencia Estadounidense Antidopaje ha suspendido por cuatro años a Salazar "por organización e incitación a una conducta dopante prohibida" al término de una investigación de cuatro años sobre las prácticas utilizadas en Beaverton, sede del Nike Oregon Project que dirigía el exatleta.

Los rumores largamente propalados desde hace años han dejado paso a las certezas, plasmadas en los informes que culminan una investigación de cuatro años: Salazar, el mago que sacaba grandes atletas como conejos de su chistera, utilizaba métodos prohibidos.

Ninguno de los atletas más famosos a los que ha lanzado a la fama (Mo Farah, Matthew Centrowitz, Galen Rupp, Sifan Hassan) han dado positivo en un control de dopaje, pero su vinculación al polémico entrenador les deja ya para siempre tocados por la sombra de la ominosa práctica.

La Federación Estadounidense de Atletismo (USA Track and Field, USATF) ha marcado distancias con el suspendido entrenador retirándole con carácter inmediato la acreditación. El brujo tendrá que abandonar Doha sin asistir a la final de 800 metros, en la que participan dos de sus atletas, Donavan Brazier y Clayton Murphy.

Entre los más famosos discípulos de Salazar se encuentra el británico de origen somalí Mo Farah, cuádruple campeón olímpico (dobletes en 5.000 y 10.000), que trabajó con él entre 2011 y 2017; Matthew Centrowitz, campeón olímpico de 1.500 y Galen Rupp, doble medallista olímpico, pero también la holandesa Sifan Hassan, que acaba de conquistar en Doha el título de 10.000 y tiene todavía por delante el 1.500.

Hassan se ha erigido este año en reina del fondo mundial y lo acaba de ratificar en Doha. El 28 de septiembre ganó la medalla de oro en la final de 10.000 metros con un tiempo de 30:17.62, la mejor marca mundial del año, tras lanzar un ataque incontenible en la última vuelta.

Desde que se afincó en los Estados Unidos para trabajar con Salazar, Hassan se ha disparado en distancias que van desde los 1.500 al medio maratón, batiendo récords mundiales en los 5 km y la milla, y récords de Europa en 3.000, 5.000 y medio maratón.

Las investigaciones realizadas por la Agencia Estadounidense Antidopaje, que incluye denuncias de algunos atletas, apuntan a que pudo haber algo más que biomecánica en los métodos que utiliza.

Salazar, nacido en Cuba hace 61 años, se ha defendido: "Estoy conmocionado por las decisiones anunciadas. Durante toda la investigación mis atletas y yo hemos sufrido métodos injustos y contrarios a la ética. El Oregon Projet jamás ha permitido ni permitirá el dopaje. Voy a apelar", anunció el tres veces ganador del maratón de Nueva York.

Los Mundiales de Doha parecen condenados a vivir una polémica tras otra. En lugar de contar las hazañas de los atletas, los medios de todo el mundo dedican largos espacios al calor, la humedad, las críticas a la IAAF por haber elegido Doha. Ahora, el nuevo escándalo de dopaje. Mal año para los atletas que han centrado todo su trabajo en el Mundial.