El británico ha quedado tercero, puesto suficiente para hacerse con el título. Verstappen ha ganado la carrera y Piastri, segundo.

Cuando en Ferrari le dieron por amortizado y anunciaron la llegada de Hamilton, Carlos Sainz no miró atrás y se montó en el Williams FW-47 como quien acepta una misión imposible. Y lo ha vuelto a hacer: mejorar el nivel de la escudería a donde va. El efecto Carlos Sainz existe.

Max Verstappen ha conquistado Qatar con la frialdad quirúrgica de un tetracampeón. Carrera sólida, sin errores y aprovechando cada rendija. Pero esta victoria tiene un coprotagonista involuntario: McLaren y sus errores. Y Sainz, de nuevo, demuestra lo piloto que es con otro podio que enamora a Williams.

La Fórmula 1 salió de la “Ciudad del Pecado” con un giro de guion digno de casino: Lando Norris y Oscar Piastri, segundo y cuarto en pista, fueron descalificados horas después de la carrera por un exceso de desgaste en la plancha inferior de sus McLaren. Max Verstappen, ganador en Las Vegas, se agarra al campeonato con fuerza mientras Carlos Sainz y Fernando Alonso aprovechan el caos para mejorar sus resultados en una prueba tan fría en la pista como en el ambiente.

El británico Lando Norris (McLaren), líder del Mundial de Fórmula Uno, comenzó dominante la primera jornada de los entrenamientos libres del GP de Las Vegas, cuya segunda sesión tuvo que ser detenida por una tapa de alcantarilla mal fijada en una curva.

¡No va más!, dicen en los casinos... Y así puede ocurrir si se da la combinación por la que apuesta Mc Laren para que su piloto gane el mundial: Que Norris gane el próximo Gran Premio y Verstappen, como mucho, quede tercero.

El piloto residente en España es el primer piloto brasileño en proclamarse Campeón del Mundo.

El cuatro veces Campeón del Mundo está ante un Gran Premio muy especial al volver a competir en Cheste después de la Dana y muestra su agradecimiento por la ayuda recibida.

El piloto español hace balance de una campaña con impecables resultados que le ha dado su séptimo título mundial de MotoGP, debiendo afrontar además un nuevo contratiempo de fin de temporada con la misma determinación que ha demostrado a lo largo de su trayectoria deportiva.

Lando Norris volvió a demostrar en el circuito brasileño de Interlagos que su nombre ya no suena a promesa, sino a realidad consolidada. El piloto británico de McLaren dominó de principio a fin un Gran Premio que deja su candidatura al título en una posición privilegiada.